domingo, 11 de abril de 2010

Visitantes en Glebe

Al llegar a Sydney tuvimos la gran suerte de que unos conocidos estaban en USA y no volvían hasta Marzo. El día 27 de diciembre nos mudamos al apartamento de Leichhardt St en Glebe.
Uno de los días previos al viaje a Queensland, llegando a casa tras celebrar el cumpleaños de Clare en Manly una "pequeña" visita nos esperaba en el rellano de la escalera, justo frente a nuestros ojos una peluda huntsman de unos 10-12cm de diámetro, trepaba por la pared.

Wife se lo tomó con la filosofía que tan solo los Australianos tienen, desde que vimos a la huntsman en la puerta de entrada una tarde unos días antes, nos había deleitado con algunas de los cientos de historias que los Australianos tienen de arañas y serpientes, tiburones, medusas... sacad el tema a la luz cualquier día en un grupo de Australianos y cada uno de ellos te contará historias del día que su madre fue mordida en el cuello por una o del día que vieron una terrible red-back en el jardín o del día que una de ellas se descolgó por el parabrisas mientras cruzaban el "habar" bridge.

Yo tengo mi sistema de defensa, las arañas tan solo me incomodan y me entra la risa, debe ser parte del proceso de adaptación a un país como este. Cesar reaccionó como un gran felino agazapado acercándose en proceso de ataque a una presa, solo que sus movimientos no le acercaban a la araña si no que le alejaban.

Justo en ese momento se fue la luz y nos quedamos a oscuras con la huntsman, Cesar pidiendo la luz como quien pide la hora en el minuto 94 de la final de la Champions cuando tu equipo gana por 1-0 y está jugando con 7, Wife pasó por delante de la araña, a oscuras, sin problema alguno camino de la puerta de casa, y yo retrocedí al rellano inferior para darle a la luz.

Tras ello Cesar y yo corrimos hacia la puerta de casa que Wife ya había abierto y una vez dentro nos dedicamos a poner una toalla debajo de la puerta para asegurar nuestra fortaleza ante intrusos. Wife nos había prohibido reaccionar a la española, lo que sería o bien periódico en mano y espachurrar al bicho en la pared o rociarlo con 37 litros y medio de spray mata insectos.

Me pasé los siguientes 10 días revisando el interior de mis zapatillas por si había arañas dentro.
Las huntsman no son peligrosas para nada, pero son grandes e intimidan, el 98% de las muertes relacionadas con arañas en Australia se producen por sustos relacionados con su presencia más que por mordiscos o picaduras, la mayoría de ellas son inofensivas.

2 meses después, la semana que nos mudábamos uno de los apartamentos del primer piso que estaba vacío se alquiló, nunca conocimos a sus inquilinos pero Wife insiste en que son españoles puesto que pusieron una toalla debajo de la puerta de entrada a su casa.

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